viernes, 13 de julio de 2012

Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández



“México, haz de espigas, plata labrada.
México y mazorca.
México moreno, de feria, de calaveras, de dulce, manso, callado, bravío, incongruente, griten, alegre el México de las ruinas milenarias de las iglesias de oro y sombra de los jardines, de bugambilias y flores tropicales.
Este México de ayer y hoy de hermosos bailables y canciones que nacen de las ruinas erigidas entre las negras trenzas de las indias, gritos, llantos, silencios, cantos”
Expresión pura de nuestras raíces que se convierten en realidad a través del sentimiento de una gran señora:
Amalia Hernández
Amalia Hernández fundó el Ballet Folklórico de México en 1952, bailarina , coreógrafa  y maestra de la Academia Mexicana de Danza, comenzó desde muy joven una búsqueda permanente por rescatar las tradiciones dancísticas de México. Esta búsqueda se convirtió en una necesidad vital por proyectar a México y a todo el mundo, la belleza en movimiento; desde las culturas pre-colombinas, las influencias españolas en la época del virreinato, hasta la fuerza popular de los tiempos revolucionarios, que le valieron el reconocimiento del público, como representante cultural de México.
Todo sucedió, en el Palacio de Bellas Artes
A ritmo de tambores, borramos el presente e iniciamos un viaje a través del pasado y nos remontamos a diferentes culturas que florecieron tiempo atrás, dejando su huella en el color, en el ritmo, en la danza y en la música, formando una riqueza cultural que hacen posible que amemos y conservemos nuestras raíces como el más grande orgullo nacional.
Toda esa magia y colorido nos recuerdan la riqueza musical, coreográfica y artística de las diferentes regiones de México. 
Como en un sueño, hubo derroche de belleza, de talento, de experiencia y perfección… y los trajes! Los más hermosos que mis ojos hayan contemplado!
La música, danza y vestuario del Folklore de México, unido al talento de sus artistas, ha logrado el éxito nacional e internacional, ha trascendido fronteras. Solo es posible entender la alegría, la gracia y la belleza de todo un pueblo,  escuchándolo y viéndolo bailar, porque el hombre y la mujer expresan vitalidad y fuerza en la manera de bailar y portan el vestuario con mucho orgullo y elegancia. El hombre seduce y conquista a la mujer con su baile y viceversa, llenos de gracia, agilidad y destreza.
Todo este mosaico de colores  y la maestría de su ejecución, constituye uno de los mejores ejemplos universales del arte en movimiento y hace que nos sintamos muy orgullosos de nuestras raíces, de nuestros antepasados, de nuestro folklore y de lo grandioso que es nuestro país!  




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